Horas después de perder el Moskvá, Rusia lanzó dos mensajes de advertencia en uno a Ucrania: que no ha perdido la capacidad de lanzar misiles desde el mar y que puede alcanzar fácilmente Kiev.
De madrugada lanzó misiles Kalibr desde el mar contra una planta industrial a 16 kilómetros de la capital y destruyó los talleres que “producían y reparaban sistemas de misiles antiaéreos de largo y mediano alcance, así como misiles antibuque“, como los Neptun.
El portavoz del Ministerio de Defensa, Igor Konashénkov, explicó el bombardeo como una respuesta a supuestos ataques ucranianos en territorio ruso, como los de este jueves en las regiones fronterizas de Bélgorod y Kursk. “El número y la escala de los ataques con misiles contra objetivos en Kiev aumentarán en respuesta a cualquier ataque de naturaleza terrorista o sabotaje en territorio ruso por parte del régimen nacionalista de Kiev”, señaló.
El Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) señaló este viernes que interceptaciones de conversaciones telefónicas de los rusos confirmarían que “la propia Rusia disparó contra el pueblo de Klímovo” (en Bélgorod), presuntamente para “provocar” a Ucrania.
Por otro lado, Rusia ha declarado “persona non grata” a 18 empleados de la misión de la Unión Europea (UE) en Moscú, en respuesta a una medida similar tomada por Bruselas, informó este viernes el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
“En respuesta a las acciones inamistosas de la Unión Europea, 18 empleados de la representación de la UE en Rusia han sido declarados ‘personas no gratas’ y tendrán que abandonar Rusia próximamente”, dijo la diplomacia rusa en un comunicado.
La notificación de la expulsión fue entregada al embajador de la UE en Rusia, Markus Ederer, quien fue convocado este viernes al Ministerio de Exteriores. “La parte rusa llamó la atención sobre la responsabilidad de la UE por la destrucción paulatina de la arquitectura de diálogo y cooperación bilateral que se había creado durante décadas”, indica el departamento que dirige Serguéi Lavrov. Moscú también llamó a la Unión Europea a “cumplir estrictamente con los requisitos de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961”.
La Unión Europea declaró el pasado 5 de abril personas no gratas a 19 miembros de la Misión Permanente de la Federación Rusa ante la UE en Bruselas por realizar “actividades contrarias” a su estatus diplomático.
Según el portal ruso ‘RBC’, en lo que va de año han sido expulsados desde distintos países más de 420 diplomáticos rusos, la mayoría de ellos después del inicio de la campaña militar rusa en Ucrania. Se trata de un máximo de expulsiones en más de 20 años, pues entre 2000 y 2021 fueron declarados no gratos un total de 418 trabajadores de distintas misiones diplomáticas rusas.