Samsung SDI, fabricante de baterías y materiales electrónicos, está trabajando en un ambicioso plan para empezar a producir baterías apiladas para teléfonos móviles. Es una tecnología que se hereda del coche eléctrico, y que técnicamente permite aumentar la densidad energética de las baterías sin incrementar su tamaño. Queda alejada de las baterías de estado sólido o doble alimentación, siendo un planteamiento más realista a corto plazo.
Esto permitiría contar con baterías de mayor capacidad sin sacrificar el tamaño de los dispositivos, algo clave en un momento de estancamiento con las baterías. Superar la barrera de los 5.000mAh podría estar más cerca, aunque hay trabajo por delante.