De acuerdo a los documentos, las agencias construyeron masivos sistemas para recopilar datos de la red Xbox Live (que tiene más de 48 millones de jugadores) e infiltraron agentes en World of Warcraft y Second Life. También se intentó reclutar “informantes” de entre los jugadores.
Un documento escrito en 2008 titulado “Explotando el uso terrorista de juegos y ambientes virtuales” destacaba los riesgos de no monitorear las comunidades de juegos online, al tratarse de redes de comunicaciones donde los sospechosos podrían “esconderse a plena vista”.
Via-fayerwayer