Zamora.- Más allá del ocio, el entretenimiento a través de la pantalla se ha colado como carrera universitaria en una decena de universidades españolas con grados en diseño o programación de videojuegos y ahora una nueva titulación vincula los juegos electrónicos con las aplicaciones 3D interactivas.
Una treintena de alumnos estrenan este curso estudios en el campus Viriato de Zamora, dependiente de la Universidad de Salamanca, y al entrar en su clase, además de no observar ni rastro de la masificación universitaria, llama la atención ver que cada pupitre tiene integrada su pantalla de ordenador como herramienta principal de trabajo que sustituye al libro y los apuntes.
Un laboratorio de realidad virtual, gafas de visión en tres dimensiones, un traje de captura de movimiento o un prototipo que simula accidentes de tráfico son algunos de los espacios y dispositivos con los que se trabajará en el día a día en esta titulación universitaria que acaba de iniciar el primero de los cuatro cursos académicos de los que constará.
Bienvenidos al Grado en Desarrollo de Aplicaciones 3D Interactiva y Videojuegos, una carrera que se vale de la gamificación para trasladar la tecnología utilizada para el desarrollo de los videojuegos a otras áreas.
El coordinador del nuevo grado, Juan Carlos Matos, ha explicado a Efe que han tratado de aplicar el videojuego no sólo al aspecto lúdico sino extenderlo a más campos y vincularlo a las animaciones en tres dimensiones, lo que constituye una novedad frente a los estudios universitarios centrados exclusivamente en los juegos electrónicos.
Para ello, el itinerario formativo fue confeccionado por un experto en expresión gráfica y diseño y otro en informática y programación, ambos con formación industrial, lo que les ha hecho enfocar también los estudios a los retos de la industria 4.0.
El director de la Escuela Politécnica Superior de Zamora, José Luis Pérez, ha admitido que el de videojuegos es un grado muy demandado y por ello merecía la pena hacer el esfuerzo para ponerlo en marcha y hacerlo más atractivo con su vinculación a la interactuación tridimensional.
Entre sus alumnos, la mitad de ellos procede de fuera de Castilla y León, lo que pone de relieve las expectativas que a nivel nacional ha despertado esta titulación en la que se ha superado la brecha de género existente en las carreras de ciencias y las ingenierías.
Una de las estudiantes, la salmantina Carmen Blanco, ha asegurado que no se arrepiente para nada de haber elegido este grado, pese a que su primera opción era estudiar Bellas Artes y luego hacer un máster en diseño de videojuegos.
Los alumnos afrontan los estudios con especial motivación, lo que les da “una energía especial”, según ha asegurado esta semana uno de los profesores de programación, Jesús Hernández, horas antes de que los estudiantes se enfrentaran a un parcial en el que debían demostrar sus conocimientos de Phyton, un lenguaje de programación básico.
Más allá de los videojuegos, estos universitarios aprenderán a programar visitas desde casa a zonas turísticas con gafas de realidad virtual y a reproducir en tres dimensiones fábricas e instalaciones industriales para comprobar su correcto funcionamiento antes incluso de su construcción.
La programación de simuladores de vuelo y de accidentes de tráfico o el uso de la simulación con fines formativos o incluso médicos, para superar fobias o ensayar operaciones, son algunos otros de los ámbitos en los que podrán trabajar los futuros egresados.
Su perfil profesional confluirá en algunos aspectos con el Grado de Multimedia, Aplicaciones y Videojuegos de la Universidad Central de Cataluña y en otros con grados como el Diseño de Videojuegos que este curso ha empezado a impartir la Universidad de Burgos, pero además les capacitará para trabajos del futuro que aún están en incipiente desarrollo. El juego aún no ha terminado. EFE
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